Las personas con mejores reflejos tienen mayor probabilidad de vivir más tiempo, según un estudio conjunto de la Universidad de Edimburgo (Escocia) y del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido, publicado hoy en la revista “Intelligence”.
El estudio, en el que se analizaron las reacciones de 7.400 personas, establece que las personas con los reflejos más lentos tienen una probabilidad 2,6 veces mayor de morir de manera prematura que las personas que muestran agilidad en sus respuestas.
Los investigadores afirmaron que los buenos reflejos pueden ser un signo de inteligencia, un rasgo que suele derivar en hábitos más saludables y, por lo tanto, en más esperanza de vida.
Las reacciones se registraron primero en los años 80 utilizando un programa de ordenador, junto con una serie de variables de las personas estudiadas -cuya edad media fue de 46 años-, como el consumo de alcohol, el tabaquismo, la tensión arterial y el peso.
Veinte años después, 1.300 de esas 7.400 personas estudiadas habían muerto y se comprobó que sólo los fumadores, cuya tasa de fallecimiento triplicaba a la del resto, figuraban en una categoría de mayor riesgo que la de las personas con escasos reflejos.
El profesor Geoff Der, uno de los autores de la investigación, manifestó: “el estudio ha demostrado que hay una correlación entre los tiempos de reacción de las personas y su inteligencia. Hay una tendencia a que la gente con más inteligencia haya tenido una mejor educación y haya tenido trabajos con mejores condiciones”.
“Esas personas también cuidan mejor de su salud y son más conscientes de la influencia que tiene sobre ella el tabaquismo, el ejercicio físico y la alimentación”, explicó Der.
El profesor Chris Drinkwater, que también participó en la investigación, indicó que “existe una evidencia clara que apunta a que los logros educativos están vinculados con la salud”.
“Hay gente que tiene un mayor conocimiento sobre lo que es bueno para su salud y sobre lo que constituye un riesgo para su vida, y está dispuesta a actuar en consecuencia”, coincidió Drinkwater.
En la misma línea, Ash Ranpura, neurólogo del University College of London, consideró que “hay evidencia de una correlación, aunque sea moderada, entre el tiempo que a un individuo le cuesta procesar una información y su inteligencia”.